“…Otro tipo de mestizaje digno de mención es el que ha tenido lugar en el centro de Takiwasi, en Perú, fundado en 1992, donde presenciamos una escena conformada por curanderos, médicos, psicólogos y terapeutas que en conjunto rescatan el poder curativo del racionalismo occidental mezclado con prácticas chamánicas y terapias tradicionales, utilizando plantas, dietas, aislamientos con la naturaleza, vida comunitaria, psicoterapia y ayahuasca (19) . Las divergencias entre las apropiaciones mestizas del Santo Daime y de Takiwasi, en términos de movimiento religioso-profético -el primero-y de centro terapéutico orientado al fortalecimiento de políticas de salud interculturales -el segundo-, encuentran convergencia en la relación que tiene la sanación ritual con la terapéutica, donde la intervención mestiza inicia una occidentalización también epistemológica del yagé, o al menos sugiere su viabilidad (20) . Esta convergencia mestiza entre ritual y terapéutica es el contexto para la emergencia de las ceremonias urbanas del yagé o ayahuasca, brebaje que lleva consumiéndose milenariamente por distintos grupos indígenas amazónicos pero que no había despertado el interés occidental hasta el siglo pasado, escapando por primera vez al uso exclusivo indígena no occidental (5) .…”