Tropelías. Revista de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada, número extraordinario 2 (2017)Roberto Equisoain: la biblioteca de la sala de lectura sin lectura Una de esas novedades es Caos (Equisoain 2015), cuyo título remite al antes primordial, al origen, así al menos lo dicen algunos relatos, esa conciencia que lleva por nombre el imaginario. Quien redactara el Génesis lo dejó bien claro: «La tierra era caos y confusión y oscuridad por encima del abismo» (1, 1) y no se trata desde luego de una lectura cuya vigencia no perdure con fuerza de verdad para algunos hasta nuestros días. Y nada diferente contaba Hesíodo en su Teogonía y lo hacía muy seguro de lo que decía, no en vano, tras su extensa petición a las Musas, debía saberse no menos inspirado que el autor genesíaco: «Ciertamente, en primer lugar, existió el Caos» (Hesíodo 1990: 45).Anterior a estos, el Poema babilónico de la Creación o Enūma eliš narra también la creación y no deja de decir que en el antes de las cosas nombradas, esto es, diferenciadas, esto es, existentes, los dioses genesíacos juntaron sus aguas, las dulces y las saladas, y de ellas, de ese caos primigenio, fueron surgiendo otros dioses y finalmente Marduk creará el universo y Ea a los humanos: