Oncogenic Brain Metazoan Parasite Infection

Abstract

Multiple observations suggest that certain parasitic infections can be oncogenic. Among these, neurocysticercosis is associated with increased risk for gliomas and hematologic malignancies. We report the case of a 71-year-old woman with colocalization of a metazoan parasite, possibly cysticercosis, and a WHO grade IV neuroepithelial tumor with exclusively neuronal differentiation by immunohistochemical stains (immunopositive for synaptophysin, neurofilament protein, and Neu-N and not for GFAP, vimentin, or S100). The colocalization and temporal relationship of these two entities suggest a causal relationship.

Sistematización de las investigaciones que evalúan la asociación de la infección con parásitos y cáncer

“…En T. solium se encontraron tres estudios de tipo descriptivo, un reporte de caso y un estudio de casos y controles, todos realizados en el continente Americano. [28][29][30][31][32] La neurocisticercosis producida por T. solium es la enfermedad parasitaria más común del sistema nervioso central, generalmente es asintomática, lo que conduce a una interacción crónica de este cestodo con el hospedero humano. 32 Los resultados de los estudios incluidos en esta revisión, presentan evidencias que sugieren una asociación entre esta parasitosis y la patogénesis de gliomas y tumores malignos hematológicos.…”

“…Con respecto a los mecanismos carcinógenos asociados a las infecciones parasitarias, en esta revisión predominaron los estudios que evaluaron estos mecanismos en los helmintos clasificados en el grupo 1 de la IARC (Schistosoma haematobium, Opisthorchis viverrini y Clonorchis sinensis). Para otros modelos no incluidos en el listado de la IARC, tales como T. solium; [28][29][30][31][32] F. hepática; 55,56 y F. gigantica 57 se han postulado mecanismos similares, la mayoría de los cuales se relacionan con la cronicidad de las infecciones, lo que facilita la exposición continua a antígenos de estos parásitos y la consecuente estimulación de la respuesta inmune con procesos inflamatorios crónicos y estrés oxidativo. Otros mecanismos incluyen alteraciones en el ADN de las células, generando inestabilidad genómica; y alteraciones en vías de señalización que participan en la supresión de tumores, entre otros.…”