1111 – Assertiveness and eating disorders: the efficacy of a CBT group training. Preliminary findings

Abstract

IntroductionLow assertiveness and difficulties in emotion's regulation can perpetuate symptoms and worsen the outcome in patients with eating disorders (ED).ObjectivesCognitive-behavioral-therapy (CBT) is the most effective treatment for bulimia nervosa (BN) and binge eating disorders (BED). Group training helps patients to cope with interpersonal difficulties.AimsTo examine the effects of a CBT-group-training on assertiveness, emotion's regulation and binge behaviors in patients with ED.MethodsScale for Interpersonal Behavior (Arrindell et al, 1984; Sanavio, 2002), Difficulties in Emotion Regulation Scale (Gratz et al, 2004; Sighinolfi et al, 2010), Bulimic Investigatory Test of Edinburgh (BITE) were administered at baseline and one and three months after a CBT-training to 20 patients with ED (BED, NES, BN, EDNOS) (90% women, age 25-69 years).ResultsPatients who took part in the training improves assertiveness and emotion's regulation.[SIB][DERS]ConclusionsCBT-group-training increases assertiveness, improves emotion's regulation, has little effects on binge behaviors severity.

Assessment of Family Functioning and Eating Disorders – The Mediating Role of Self-Esteem

“…With respect to personal power and self-control as mediators between FF and EDs, preliminary findings (Bandini et al, 2013) illustrate that low assertiveness can maintain symptoms and aggravate the outcome in patients with EDs. Other studies (Williams et al, 1990, 1993) show that ED individuals, contrary to normal controls and individuals who display dietary features, report significantly less self-assertion and more external control, thus supporting the anecdotal contentions that both low self-esteem and low assertiveness are traits of AN and BN patients.…”

Programa de habilidades asertivas para la interacción social en pacientes con anorexia y bulimia nerviosa de una clínica especializada de Lima

“…Asimismo, las investigaciones apuntan a que el déficit en habilidades asertivas no solo actúa como factor de riesgo (Uzunian & Vitalle, 2015), sino que se comporta como una variable de mantenimiento que empeora y/o agrava el cuadro, contribuyendo así a su cronificación (Bandini et al, 2013) y el riesgo de mortalidad (American Psychiatric Association, 2013;García-Camba, 2007;Pérez, 2017); además de aumentar la posibilidad de abandono de tratamiento y dificultades para emplear estrategias aprendidas en tratamiento, impactado así también en el curso de la intervención.…”

“…Ello permite inferir no solo el aumento de las habilidades asertivas, sino también indirectamente suponer mejoras en la regulación emocional (Bandini et al, 2013) y en la calidad de vida, especialmente en el área psicológica, la cual se ve deteriorada por el cuadro, donde la intervención ayuda al bienestar del paciente (Ágh et al, 2016;Wu et al, 2019). Por su parte Raykos et al (2014) enfatizan los cuadros restrictivos como entidades con mayores dificultades en la habilidad social, lográndose con el programa mejores estrategias para la actuación social del paciente, lo que puede contribuir a un mejor abordaje de cuadros comórbidos, especialmente de ansiedad (Arcelus et al, 2013;Bados, 2017), puesto que las habilidades asertivas implican la práctica constante de exposición a situaciones que generan algún malestar, siendo este principio uno de los más efectivos para el abordaje de la ansiedad (Bados, 2017).…”

“…Los resultados tienen importancia práctica, ya que la mejora de las habilidades asertivas para la interacción social favorece la disminución de síntomas centrales del cuadro alimentario (Okamoto et al, 2017) sobre todo en cuadros de bulimia, tal como lo menciona Behar (2010c), así como el mantenimiento de los cambios alcanzados a largo plazo Okamoto et al, 2017); lo contrario perpetúa los síntomas y empeora los resultados (Bandini et al, 2013).…”