“…Como ya hemos adelantado, en diferentes trabajos hemos caracterizado a estas políticas como atravesadas por una forma de problematización de la relación entre condiciones de vida y delito que, si bien emerge como un posicionamiento progresista que intenta introducir una mirada social en el interior de la política criminal (reivindicando el impacto sobre las 'verdaderas' causas sociales del delito) frente a las propuestas punitivistas, descentra la intervención sobre las condiciones de vida y de trabajo de los sujetos como mecanismo preventivo, ubicando a la política social como herramienta externa que permite un conjunto de dispositivos centrados en la transformación subjetiva de los destinatarios. Esta importancia de las capacidades subjetivas en la definición de la población objetivo se articuló con la centralidad del enfoque del desarrollo comunitario, fuertemente atravesado por una idea de cultura comunitaria (Ayos, 2009(Ayos, , 2010(Ayos, , 2011(Ayos, , 2012b(Ayos, , 2013a(Ayos, , 2013b.…”