El modelo de cultura sirvió para mostrar cómo el hombre podría simultáneamente ser un individuo, único en el orden biológico y psicológico y ser, al mismo tiempo, fundamentalmente social, viviendo y pensando en función de su grupo de acuerdo con concepciones compartidas gracias a su capacidad de comunicación simbólica. Los conceptos de contacto cultural, de resistencia cultural, de choque cultural, de aculturación, de cambio social y cultural, y más tarde de cambio social aparecen en el campo de la Antropología en la segunda mitad del siglo XIX, en el marco de la expansión capitalista mundial.