“…Los estudios consultados muestran, entre otros aspectos, que el rendimiento académico es determinado por el grado de formación de los padres y el tipo de escuela secundaria, pues la manera de percibir los fenómenos es distinta y condiciona los estilos de aprendizaje. También detectaron diferencias en los hábitos de estudio, las habilidades de escritura y los niveles de ansiedad ante los exámenes (Magulod, 2019;Maia et al, 2009;Ning y Downing, 2015;Persoglia et al, 2017). En ese sentido, para el cumplimiento de los perfiles de ingreso y egreso, las universidades aplican sistemas de tutorías, actividades extracurriculares, una orientación a partir de las unidades de bienestar estudiantil y de proyección laboral, para lograr una educación de calidad que abogue por el rendimiento académico exitoso y genere procesos de inclusión e igualdad social con el marcado propósito de promover transiciones mucho más equitativas (Brown y Wang, 2013;Fagundes, 2014;Nasser, 2012).…”