El presente texto reflexiona sobre la convivencia de bioética y ética médica, celebrada en teo- ría, pero que en la práctica ha mostrado fisuras que culminan en el transcurso de la pandemia COVID-19. Revisando brevemente algunas áreas de reflexión, se observa una tendencia de la
bioética a englobar la ética médica restándole su especificidad en la protección interpersonal de la relación médico-paciente, lo que se ha llamado la deshumanización de la medicina, aunque el término más adecuado será despersonalización del encuentro clínico. a ética médica ha de recobrar la tuición sobre la práctica médica, mitigando, sin desatender, la influencia de la bioética entregada a la expansión tecnocientífica de la biomedicina.