Popular Culture and the Civic Imagination es un libro coeditado por los académicos de la Universidad de California del Sur Henry Jenkins, Gabriel Peters-Lazaro y Sangita Shresthova, y en el que contribuyen, con una serie de casos de estudio, otros investigadores del campo de la cultura popular y los medios de comunicación. El ensayo, publicado en 2020, se centra en la apropiación de la iconografía de la cultura popular por parte de numerosos activistas y movimientos sociales con el objetivo de expresar sus luchas políticas.Este trabajo se encuadra en el marco del proyecto Civic Imagination Project, liderado por los mismos editores del libro y cuyo objetivo es el de investigar las potencialidades de la 'imaginación cívica' como herramienta de cambio y de transformación social. En concreto, es la continuación de la investigación plasmada en el libro By Any Media Necessary: The New Youth Activism, que manifestaba la desafección de la juventud estadounidense de la política tradicional y subrayaba la necesidad de construir un nuevo vocabulario que interpelara a las nuevas generaciones. Es por este motivo que numerosos activistas deciden recurrir a la cultura popular para usarla como una especie de lengua vernácula con la que dar forma a sus reivindicaciones políticas. Además, el proyecto Civic Imagination busca acompañar los esfuerzos teóricos del grupo con una serie de workshops que se llevan a cabo en diferentes comunidades alrededor del mundo, con el fin de estimular la capacidad imaginativa de las personas para hacer frente a las problemáticas sociales.Por lo que hace al ensayo, los autores definen la imaginación cívica como la capacidad de imaginar alternativas a las condiciones culturales, sociales y económicas existentes, y remarcan la importancia de que el mismo individuo se reconozca como agente cívico capaz de operar cambios en la sociedad, de solidarizarse con otras perspectivas y de agruparse en colectivos que compartan los mismos intereses. Por otra parte, la elección del término 'cívico' pone de manifiesto la dimensión política del concepto, ya que este implica un compromiso con la vida pública y, por lo tanto, con el interés común. Con esta definición, los autores se ponen en diálogo con una serie de ideas provenientes de conceptos como el de 'imaginación política', 'imaginación radical', 'insurgencia creativa' o 'fantasía pública' y reivindican la necesidad de las utopías para combatir lo que Stephen Duncombe (2012) denomina la 'tiranía de lo posible'.El libro se estructura en dos partes, en la primera, Jenkins, Peters-Lazaro y Shresthova sientan las bases del concepto y sitúan la investigación en la tradición de los estudios culturales, mientras que en la segunda encontramos una serie de casos de estudio que ponen el foco sobre prácticas culturales de reapropiación, reescritura y de producción de nuevos imaginarios. Entre los casos analizados, encontramos por ejemplo el de la joven activista y youtuber que se apropió del personaje de Cho