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185 ResumenIntroducción: Las fracturas distales de tibia son un desafío terapéutico debido a la escasa cobertura y la particular vascularización. Los objetivos de este estudio son analizar los resultados clínicos y funcionales de los pacientes con fractura de tibia distal, tratados con técnica MIPO con placas bloqueadas; comparar los resultados del grupo de fracturas AO 43A con el de fracturas AO 43C1-C2; y comparar los resultados de la técnica MIPO con el tratamiento abierto convencional. Materiales y Métodos: Entre 2004 y 2012, se evaluaron 32 fracturas de tibia distal tratadas con la técnica MIPO. El 59,4% tenía fracturas AO 43A y el 40,6%, AO 43C. Seguimiento promedio: 39.6 meses, mediante la escala de la AOFAS y radiología. Se consignaron las complicaciones. Se compararon los resultados de los grupos AO A y AO C. Resultados: El grupo AO A: media de 95,89 puntos en la escala AOFAS, en el posoperatorio. El grupo AO C1-2: media de 92,15 puntos en el posoperatorio. Carga del peso corporal: a las 8.7 semanas promedio. Comparación entre AO 43A y AO 43C: p = 0,46 (no significativa). Retorno a la actividad previa a la lesión: 9.3 meses promedio. Comparación entre tipo A y tipo C: p = 0,16 (no significativa). Se detectaron complicaciones en el 18,75% y se retiró la osteosíntesis en 14 casos. Conclusiones: La osteosíntesis mínimamente invasiva con placa y tornillos es una buena opción para las fracturas de tibia distal; con buena evolución clínico-funcional y escasas complicaciones cuando se la compara con la cirugía abierta. Las fracturas 43A presentan menos complicaciones mayores que las 43C, tratadas con la técnica MIPO.

Background: Morton’s neuroma is a frequent cause of metatarsalgia. Operative treatment is indicated if nonoperative management has failed. The objective of the present study was to describe a technique of Morton’s neuroma excision by a minimally invasive commissural approach and evaluate the long-term outcome and complications. Methods: A retrospective study of 108 patients with Morton’s neuroma treated surgically with a commissural approach between September 1990 and December 2010 was performed. The surgical technique is described. Clinical outcomes and complications were evaluated. The average follow-up was 121 months. Eleven patients were men and 97 women. The average age was 49.4 years; 56.8% neuromas were at the third space and 43.2% at the second space. Six patients presented 2 neuromas in the same foot, and 9 patients had bilateral neuroma. Results: The visual analog scale (VAS) average pain score was 5.4 points preoperatively and 0.2 points at the final follow-up. The author found a significant difference between the VAS scores preoperatively and postoperatively ( P < .01). Excellent and good satisfaction outcomes were achieved in 93.6%. The postoperative complication incidence was 3%. Conclusion: The author believes a minimally invasive commissural approach has advantages over a dorsal or plantar incision. It is a simple and reproducible technique, with satisfactory outcomes, low complication rates, and a quick return to usual activities. Level of Evidence: Level IV, retrospective case series.