Infección por virus C oculto en hepatopatías criptogenéticas Sr. Director: Desde que Brechot y colaboradores publicaron la primera serie de pacientes con Hepatitis B crónica sin hallazgo del antige-no de superficie en el suero (1) se ha venido hablando de virus B "oculto". Nosotros hemos colaborado en un trabajo de reciente publica-ción (2) en el que se ha estudiado una serie de 100 pacientes con alteración persistente de aminotransferasas y/o gamma-glutamil-transpeptidasa que no podía ser achacada a ninguna de las etiolo-gías habituales, incluyendo la negatividad de los marcadores virales (RNA-HVC, DNA-HVB) y en los que en cambio se encontró, en el 57%, por hibridación in situ, la presencia del RNA-HVC del genotipo lb en el tejido hepático y con una activi-dad necroinflamatoria y fibrótica superior a la histología de los pacientes sin RNA-HVC intrahepático. La reflexión, como clínico, que estos hallazgos implican me han hecho sumarizar las posibles consecuencias del mismo. Primero, en cuanto al diagnóstico, este hallazgo hecha por tie-rra la aseveración de que la ausencia en el plasma de marcadores del virus C (preferentemente el RNAHVC) elimina el diagnósti-co de Hepatopatía Crónica por virus C y, áun recogiendo los datos de mayor potencial necróticroinflamatorio y de fibrosis, desconocemos su evolución futura que precisará de seguimiento de estos pacientes. En cuanto a posibilidad de contagio, no tenemos aún el con-vencimiento de que el material genómico detectado sea infeccio-so, aunque con copias suficientes para identificar el genotipo 1b. Por otro lado el hecho de que, al menos en nuestra serie, los pacientes presenten elevaciones enzimáticas significativas, elimi-na el peligro de que puedan ser donantes en bancos de sangre, etc., pudiendo igualmente prevenirse posibles contagios parente-rales individuales. El hecho de no conocer aún la evolución específica de estos enfermos con virus C oculto, así como su pertenencia al genotipo Ib y que, únicamente por hibridación in situ de una nueva biopsia tras el tratamiento, pueda juzgarse de la eficacia del mismo, implican que, de momento, sólo deban emprenderse seguimien-tos y tratamientos muy controlados. A. Pérez Mota Servicio de Aparato Digestivo. Hospital Virgen de la Torre. Madrid 1. Bréchot C, Thiers V, Kremsdorf D, Nalpas B, Pol S, Paterlini-Bréchot P. Persistent hepatitis B virus infection in subjects without hepatitis B surface antigen: clinically significant or purely "occult"?. Hepatology 2001; 34: 194-203. 2. El hepatocarcinoma es el tumor primario maligno hepático más frecuente. Una de sus manifestaciones clínicas es la produc-ción de síndromes paraneoplásicos. Entre los más frecuentes se encuentran la poliglobulia, la hipercalcemia, la hipoglucemia y la hiperlipidemia. De forma más rara, se han descrito reacciones leucemoides secundarias a hepatocarcinoma (1-3). El primer caso fue descrito por Ranke y cols. (1) en 1965. Tras realizar una bús-queda bibliográfica en Medline desde 1966-2002 existen escasos artículos publicados referentes a dicho tema y...