ResumenEn los últimos años, las ONG han alcanzado enormes cotas de popularidad. Sin duda ha contribuido a ello la difusión, por los medios de comunicación de masas, de algunas catás-trofes que han castigado a diversas poblaciones del planeta (léase -en orden cronológi-co-Etiopía, Somalia, Ruanda o los desastres ocasionados por el huracán Mitch en Centroamérica), que han causado un considerable impacto en la opinión pública. Corriendo un tupido velo sobre la eficacia de la ayuda que se presta y sobre sus consecuencias, la acción humanitaria, desplazándose del ámbito originario de los imperativos éticos, ha pasado a formar parte de lo que se considera políticamente correcto.En este artículo se resitúa el significado de la solidaridad en los parámetros de la posmodernidad para llegar a la conclusión de que ésta se plantea no ya en términos de deber, sino de deseo; y, asimismo, de que el humanitarismo está más imbuido por una ética de la compasión que por una auténtica ética de la justicia. El perfil ético de la acción humanitaria se completa con una reflexión acerca de las condiciones que otorgan legitimidad moral a la ayuda, lo que obliga a abordar el asunto siempre controvertido del derecho de injerencia. La jerarquización de las actuaciones en función de elementos ajenos a la naturaleza del sufrimiento del prójimo lleva a pensar que la moral de la urgencia no es más que una moral de la preferencia. Palabras clave: ONG, solidaridad, ayuda humanitaria, ética.
Abstract. NGO and solidarity culture: the minimal ethics of humanitarian actionIn the last years, NGO's have reached enormous levels of popularity. Certainly, the diffusion by mass media of some catastrophes punishing diverse populations of the planet (that is -in chronological order-Ethiopia, Somalia, Rwanda or the disasters caused by hurricane Mitch in Central America) and its considerable impact in the public opinion have meant a big contribution to it. Drawing a discreet veil over the effectiveness of the aid and its consequences, the humanitarian action has shifted from the original scope of the ethical considerations to the sphere of the politically correct affairs.In this paper, the meaning of solidarity is reconsidered under the parameters of postmodernity. The conclusion is that solidarity has left to be posed in terms of duty, and now is a question of desire; and, also, that humanitarianism is more imbued with an ethics of compassion than an authentic ethics of justice. The ethical profile of the humanitarian action is completed with a reflection about the conditions that grant moral legitimacy to the aid, which takes us to undertake the always controversial subject of the interference Papers 71, 2003 65-76