The purpose of this study was to examine plasma cholinesterase (PChE) changes and the adverse health effects associated with chronic low-dose exposure to organophosphates (OPs) in a Peruvian agricultural population. A cross-sectional study with a clinical interview and blood tests was performed among 213 farm workers from two subtropical valleys in Peru. The control group consisted of 78 nonexposed workers from the same areas. PChE levels from the two exposed subgroups (pesticide applicators and other agricultural jobs) were significantly lower than those of controls (1554 +/- 315 U/l, 1532 +/- 340 U/l, and 1787 +/- 275 U/l, respectively). Fifteen percent of the exposed population reported a past poisoning by pesticides, all of them needing medical evaluation and treatment. They had significantly lower PChE levels as compared to those without this antecedent. Approximately 61% of the exposed workers reported pesticide-related symptoms, but no significant difference was found in their PChE as compared to workers without symptoms. On the other hand, the use of personal protective equipment (PPE) was significantly associated with higher PChE levels and with a lower risk of reporting pesticide-related symptoms, which supports the benefit from using appropriate protective measures. In conclusion, data indicate that farm workers exposed to OPs in developing countries need to be monitored by means of PChE and an examination of their clinical status, which would allow identification of farm workers most at risk from pesticide toxicity. The use of correct PPE is highly recommended.

Paraoxonase-1 (PON1) is a serum esterase associated with high density lipoproteins and capable of detoxifying toxic metabolites of organophosphorus (OP) compounds. Two major polymorphisms have been described in the coding region of the PON1 gene at positions 192 and 55 and at least five in the 5 0 -regulatory region, the most important at position À108. Depending on the substrate, PON1 192 Q/R polymorphism can affect PON1 enzymatic activity. In the present study, we have determined the distribution of the PON1 192 Q/R and À108 C/T polymorphisms in a Peruvian population and compared the distribution of these polymorphisms with those of other world populations. PON1 phenotype and enzyme activity also were measured as they can influence the population resistance to the toxicity of OP compounds. The genotype distribution at position 192 was: QQ ¼ 0.236, QR ¼ 0.607, and RR ¼ 0.157; and distribution at position À108 was: CC ¼ 0.315, CT ¼ 0.596, and TT ¼ 0.089. The frequencies of the high activity R and C alleles were 0.461 and 0.613, respectively. The frequency of the PON1 192 Q allele was significantly lower than that of American, Caucasian-American, European-Brazilian, and Costa Rican samples. Outside the American continent, the frequency of this allele was lower than for all European countries, Thais, and Indians, but higher than for Chinese or Japanese. Regarding the toxicological importance of these polymorphisms, it was inferred that PON1 phenotyping (assessment of the R alloform) and genotyping (determination of the PON1 -108TT genotype) could be helpful as individual markers of susceptibility. PON1 phenotyping may be useful in further epidemiological studies involving agriculture workers occupationally exposed to OP compounds in developing countries. Environ. Mol. Mutagen. 47:699-706, 2006. V V C 2006 Wiley-Liss, Inc.

Debido a que investigaciones previas han reportado que la exposición a plaguicidas anticolinesterásicos (órganofosforados y carbamatos) a dosis repetidas por largos periodos de tiempo producen neurotoxicidad, se determinó la actividad de Colinesterasa plasmática y la sintomatología presente en 83 fumigadores del valle de Mala-Perú, con la finalidad' de conocer los niveles de exposición y tener un indicio del efecto en la salud de los fumigadores. Se utilizó como grupo control a 28 sujetos emparejados con las características sociodemográficas de los fumigadores, pero cuya actividad fue distinta a la agricultura. Se encontró que los fumigadores estudiados no cumplieron con las medidas de protección durante la manipulación de plaguicidas. La media de la actividad de colinesterasa plasmática en 4 de 5 grupos formados según el lugar de procedencia de los fumigadores fue significativamente menor que la media del grupo control. Los 5 síntomas que más se presentaron en los fumigadores fueron cefalea(62%), visión borrosa (52%), vértigo (37%), salivación (32%) y sudoración (3l %). Con los resultados encontrados en los fumigadores, se concluye que sus niveles de exposición a plaguicidas anticolinesterásicos varían ampliamente y que sus síntomas estuvieron relacionados con su ocupación.

El objetivo del presente trabajo de investigación fue el de estudiar la frecuencia genotípica para la presencia de la inserción Alu TPA-25 en el intrón 8 del gen activador del plasminógeno tisular (TPA), en una población de 50 estudiantes universitarios de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Para determinar la presencia de TPA-25, se utilizó la reacción en cadena de la polimerasa (PCR), con cebadores específicos para la inserción Alu. Las frecuencias genotípicas fueron determinadas por conteo de la presencía o ausencia de la inserción Alu, y luego, evaluadas a través de la prueba de Chi-cuadrado (X2) para conocer si se encontraban en equilibrio de Hardy-Weinberg. Las frecuencias genotípicas para la presencia de TPA-25 estuvieron en equilibrio de Hardy-Weinberg (X2 = 1.366, P = 0.505) y fueron: homocígoto presencia de inserción Alu TPA-25 = 0.108, heterocigoto TPA-25 = 0.568 Y homocigoto ausencia de inserción Alu TPA-25 = 0.324. En conclusión, en la población estudiada existe un predominio de los heterocigotos sobre los homocigotos.

Pocas décadas atrás varios estudios describieron bien la relación que existe entre los hábitos alimenticios y las enfermedades crónicas, por ello parte crítica de la estrategia de prevención de las enfermedades ha consistido en cambiar, los hábitos alimenticios. No obstante, no se ha tenido en consideración que los nutrientes provenientes de la dieta interaccionan con los genes. Gracias al desarrollo de la nutrigenética y nutrigenómica las recomendaciones dietéticas futuras tendrán en consideración la interacción genes y nutrientes. Por un lado, la nutrigenética estudia la influencia de las variaciones genéticas en la respuesta del organismo a los nutrientes (interacción Gen --> Nutriente) y por otro, la nutrigenómica estudia la influencia de los nutrientes en la expresión de genes (interacción Nutriente --> Gen). Ambas, disciplinas dan lugar a una nueva era:"La Nutrición Molecular". El creciente conocimiento de la interacción gen-nutriente promete revolucionar el manejo de las enfermedades crónicas, Se podrá disponer de mejores herramientas de diagnóstico, identificando precozmente pequeñas alteraciones de la homeostasis en un sujeto aparentemente sano para luego hacer una intervención dietética oportuna y restablecer su homeostasis, retrasando con ello, el desarrollo de alguna enfermedad.