Las diferentes contribuciones que conforman este volumen ofrecen una amplia y variada mirada al estado actual de las investigaciones sobre Gottfried Wilhelm Leibniz (1646Leibniz ( -1716. Genio universal que abarcó todos los campos de conocimiento asequibles (metafísica, teología, lógica, derecho, matemática, física, geología, lingüística, historia, política, etc.), sigue siendo, pese a todo, una figura poco o mal conocida en comparación con otros filósofos modernos. A esto contribuyó, sin duda, que apenas publicara en vida, así como su malograda recepción en la filosofía francesa de las Lumières y en la Aufklärung alemana. En un caso, fueron sobre todo escritores como Voltaire y Diderot que propagaron el nombre de Leibniz, pero deformando irremisiblemente su pensamiento. El carácter anti-metafísico y antirreligioso del iluminismo francés encontró en Leibniz, de cuyas verdaderas ideas poco o nada se conocía, un blanco privilegiado, hecho que inauguraría, por así decirlo, un monismo hermenéutico degradado que sellaría por largo tiempo la suerte de la filosofía de Leibniz en Francia. En el caso alemán, fue Christian Wolff quien inauguró una tradición leibniziana, aunque gravemente mutilada. Al suprimir de la mónada los atributos esenciales que Leibniz le asignó, Wolff devino un espejo deformante de la metafísica leibniziana que permanecería como el punto de vista dominante entre los filósofos de la Aufklärung. No obstante, en contraste con el Siglo de las Luces francés, la ilustración alemana no fue en tal modo antirreligiosa o anti-metafísica -más bien lo contrario-, lo que hizo posible que se difundiera más seriamente el pensamiento de Leibniz, o al menos cierto legado de éste que, por poco fiel que resultara, permitió que el gran genio universal llegara mediante diversas apropiaciones hasta nosotros. 1 Si difusión-confusión fue la dupla que caracterizó la recepción de Leibniz durante más de un siglo después de su muerte, habría que esperar hasta