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Resumen: En este artículo exploramos los significados y usos sociales que tiene la playa en una población de la costa central catalana. Consideramos de forma especial los procesos de patrimonialización que se están llevando a cabo en esta playa por parte de una asociación de amantes de la navegación tradicional, proceso que está afectando a otros usuarios de la playa. El conflicto vivido a raíz de la oposición ciudadana a un proyecto de rehabilitación del frente marítimo pone de relieve que la playa es considerada patrimonio en sí misma e incide de lleno en los discursos y representaciones de la identidad local. El proceso de patrimonialización de la playa se verá inmiscuido en las dinámicas de inclusión/exclusión como sujeto y objeto.

Catalonia is undergoing a process of maritime heritagization embedded in the coast’s postindustrial context and the growing intensification of tourism over the past 50 years, providing some small‐scale fishermen with opportunities to adapt to the current fishery crisis. These initiatives are transforming conventional fishing patterns and may take different shapes: services for tourists who want to go out on the water for a day of “real fishing” on boat tours, the use and restoration of centuries‐old ships, and local seafood catering services providing meals on land and at sea. This paper explores these initiatives in light of new mobility studies, aiming to analyze the changes that are occurring in the work of small‐scale fisheries, to situate them in a wider structural context, and to understand the extent of these recent transformations and how they are tied to heritagization mechanisms. We wish to shed light on whether these changes are related to a decrease in small‐scale fishing activity and a related loss in local environmental knowledge, or a form of renewal of local fishing practices and of “being in the coastal world.” Could it be the dawn of a “new maritimity,” a part of the rising “new rurality”?

En lo que llevamos de siglo XXI en Cataluña hemos visto reducirse a la mitad la flota pesquera artesanal. En el mismo período Cataluña se ha consolidado como la segunda región europea en importancia turística por detrás de la Región Parisina. Al mismo tiempo, otro fenómeno cultural ha irrumpido en las costas catalanas estos últimos años: la revitalización de las tradiciones marítimo-pesqueras a través del patrimonio cultural. Observamos cómo a lo largo de la costa se recuperan embarcaciones tradicionales, se realizan demostraciones de sistemas de pesca caídos en desuso, se revaloriza la gastronomía tradicional marinera, etcétera. Todo ello abre un campo de oportunidades para aquellos pescadores que se ven obligados a abandonar su actividad. Observando la pesca en Cataluña en una dimensión histórica, nos damos cuenta de que a lo largo del tiempo el número de pescadores oscilaba en función del contexto social y económico. Podemos preguntarnos si el momento actual de crisis, con la desaparición de un tercio de los puestos de trabajo en la pesca en lo que llevamos de siglo, no será más que un bache temporal favorecido por el apogeo turístico, o si por el contrario el patrimonio marítimo renovará el crecimiento turístico hasta la extinción de la pesca artesanal.

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