University Press, cambridge, segunda edición, 2005 (401pp.). La reedición de este clásico -equivalente en este caso más bien a una reescritura, a la que se incorpora un nuevo autor, David schum-constituye una excelente noticia no sólo para los profesores, estudiantes de Derecho y abogados litigantes en los sistemas jurídicos angloamericanos, que son sus destinatarios preferentes, sino para todos quienes, también en los sistemas de tradición romano germánica, clamamos por la escasez de textos que se ocupen en forma a la vez rigurosa y accesible de las cuestiones conceptuales y metodológicas relativas a la prueba judicial.La premisa general de la que el texto de 1991 partía se mantiene en esta nueva edición. conforme a ella las destrezas intelectuales requeridas para la organización y el análisis de elementos de prueba y para la construcción, la crítica y la evaluación de argumentos sobre cuestiones de hecho controvertidas son parte esencial del "método jurídico", que pueden y debieran ser efectivamente enseñadas en las escuelas de Derecho. el sentido común, la intuición y la experiencia práctica -a los que parece quedar usualmente entregada la formación de esas técnicas-tienen, según esa premisa, un rol que cumplir en la ejercitación práctica de esas destrezas, pero no logran suplir la falta de una base sistemática referida a los conceptos y las formas lógicas utilizadas en el análisis de las pruebas y en la justificación de las conclusiones sobre los hechos. se entiende entonces que quienes hemos carecido de esa formación profesional específica encontremos en este libro -que bajo la forma de un manual plagado de ejemplos y ejercicios que lo hacen ameno y accesible, desarrolla esa base conceptual y metodológica de manera clara y aguda-una guía significativa para avanzar por las procelosas aguas de la fuerza inferencial de los elementos de prueba, la naturaleza de las generalizaciones que intervienen en el razonamiento probatorio, la relevancia de la coherencia narrativa en la confirmación y la refutación de hipótesis, la probabilidad y los estándares de prueba.Por otra parte, en la medida en que hace referencia a los principios y las prácticas propias del derecho angloamericano sobre la prueba, el libro que es objeto de esta reseña ofrece también la posibilidad de iluminadoras comparaciones con los sistemas procesales de tradición continental. Así, por ejemplo, es usual que las comparaciones entre los sistemas de jurados y los de jueces profesionales destaquen la importancia que la exigencia de justificación pública de las conclusiones probatorias, a que estos últimos están sujetos, tiene para favorecer la aplicación de un método "atomista" o analítico en la valoración de la prueba, capaz de asegurar mayores niveles de racionalidad que el método "holista", centrado en la coherencia narrativa, propio de los jurados. el libro de Anderson, schum y Twining ofrece un elemento interesante para mirar desde otra perspectiva esta cuestión