RESUMEN:El confinamiento por pandemia por SARS-CoV-2 ha agravado la condición física y nutricional de los deportistas de élite, modificando la rutina de los entrenamientos. La bioimpedancia (BIA) estudia la composición corporal y es utilizada para valorar la evolución de las intervenciones médicas, deportivas y nutricionales. El objetivo del estudio fue observar si una intervención nutricional y una prescripción de actividad física específicas pudieron atenuar los cambios hídricos, de composición corporal, y ángulo de fase (PhA) tras el confinamiento por la pandemia SARS-CoV-2 en una población de futbolistas de élite. En un grupo de 22 futbolistas profesionales (Serie A, Calcio, Italia) se evaluó la BIA antes (febrero 2020) y después (mayo 2020) del confinamiento por la pandemia SARS-CoV-2. Durante el periodo de confinamiento se aplicó una intervención nutricional y prescripción de actividad física específicas. Las medidas de los participantes se realizaron de forma protocolizada, usando material antropométrico y un impedanciómetro multifrecuencia, octopolar y segmental de la marca Tanita modelo MC-780MA. Se aplicó la prueba t de Student para muestras relacionadas. No se observaron diferencias significativas antes y después del periodo de intervención, en el grado de hidratación y composición corporal (masa muscular y masa grasa). Por el contrario, se evidenció un cambio significativo en el PhA. Estos datos nos permiten poder tener una referencia de que intervenciones nutricionales y de actividad física pueden minimizar o disminuir el impacto de un confinamiento en la composición corporal. No obstante, este tipo intervención no fue capaz de atenuar los efectos del confinamiento sobre el PhA, considerado un indicador de la salud celular. Así mismo, aportamos una gráfica vectorial de referencia, mediante SpecificBIVA, de esta población.

No abstract

Introduction. The purposes of this study were 1) to evaluate changes from baseline levels in bioelectrical phase angle (PhA) and markers of muscle damage and inflammation in professional players 36 h after a soccer match, and 2) to analyze the relationships between PhA and markers of muscle damage and inflammation in order to investigate if PhA might be a useful parameter to monitor recovery. Material and methods. Eighteen male professional soccer players participated in this study. Plasma lactate dehydrogenase (LDH) and creatine kinase (CK) activities, plasma C-reactive protein (CRP) and interleukin-6 (IL-6) concentrations, and PhA were measured before and 36 h after a competitive match. Results. Changes in LDH and CK 36 h after the match were greater than their reference change values (RCV). Changes in CRP and IL-6 were, however, lower than their corresponding RCV. 36 h after the match, significant correlations were observed between PhA and LDH (r = 0.714, p = 0.001), PhA and CK (r = 0.787, p = 0.000), and PhA and CRP (r = 0.554, p = 0.017). Conclusions. Although IL-6 and CRP have been traditionally analyzed together to monitor inflammation after intense exercise, since 36 h after the match they have already returned or started to return to baseline levels, the use of them alone is not a good option to monitor inflammation throughout recovery. PhA might be used as a predictor of muscle damage and inflammation, but further studies covering the whole recovery period are warranted.

No abstract