Aunque existen otras definiciones del término, estas dos resumen bien el sentido que lo define. Si se extrapola el concepto al ámbito de una escuela de medicina, se puede mencionar que en su programa formal de docencia diseñará una malla curricular adecuada, para entregar de la mejor manera posible los contenidos prometidos a los alumnos, tanto en los ramos teóricos en aula como en las actividades prácticas en los campos clínicos. En una primera mirada, la meta mencionada pareciera más alcanzable en la actividad docente que se desarrolla en aula, laboratorios o talleres, dado que lo que se entrega ahí es el resultado de una programación de asignaturas y actividades planificadas en detalle con anterioridad. Además, los docentes desarrollan -o debieran hacerlo-guías, programas conocidos clase a clase o actividades diseñadas por igual para un conjunto de alumnos. En este tipo de actividad docente algo repetitiva, pero no menos importante, incluso suele suceder que es el mismo docente o equipo de docentes los que realizan por años tales actividades. No pocas veces esa responsabilidad recae en profesores invitados que dictan una o más clases sobre temas acotados, en distintos momentos de la carrera. Todo esto hace pensar que la obtención de un fin curricular en estos casos parece una meta alcanzable.Sin embargo, pienso que no sucede lo mismo en la docencia de campo clínico. En los últimos años ha sido notorio el aumento de las escuelas de medicina con la consiguiente necesidad de contar con pacientes para realizar la docencia en forma dirigida y responsable. Es justo reconocer, además, que el aumento del número de alumnos en ocasiones no está asociado a un incremento equivalente de docentes de campo clínico, adecuadamente calificados y jerarquizados académicamente.A raíz de estas observaciones, ha parecido interesante y oportuno reflexionar sobre lo que hoy se ha denominado currículum oculto, hecho pedagógico que a pesar de no ser nuevo, puede repercutir directa e importantemente en el ámbito educativo de los estudiantes de medicina en los tiempos actuales.Este concepto ha sido preocupación constante
Bioethics reflection about lung transplantEtICA MÉdICA Introducción el trasplante de órganos entre seres humanos es una técnica relativamente nueva en medicina, en la cual se implanta un órgano sólido o tejido procedente de un donante vivo o cadáver a un receptor. Constituye uno de los exponentes más significativos del progreso científico de la biología actual, optimizado gracias a las técnicas de conservación de vísceras por un lado y al desarrollo de medicamentos inmunosupresores, como la ciclosporina, por otro, que permiten una prolongada sobrevivencia del órgano trasplantado 1 . a pesar que esta actividad ha ido creciendo a lo largo de los años, tal como veremos más adelante, aún no es suficiente, y faltan, en algunos casos en forma dramática, los órganos necesarios para muchos enfermos, particularmente del sistema respiratorio. Sin embargo, la generalización de la técnica ha hecho que la gama de posibilidades y experiencia en trasplante de órganos sólidos hoy abarque, además de pulmón, corazón, pán-creas, hígado, riñón e intestino, convirtiéndose en una real alternativa para pacientes con enfermedad avanzada, terminales o con compromiso irreversible de la función hepática, cardiaca o pulmonar, quienes ya no disponen de otra medida terapéutica adecuada.Por otra parte, la esperanza de vida en este tipo de pacientes es relativamente breve, por lo que, independientemente de los esfuerzos médi-cos y de la angustia que ello representa, muchos de ellos fallecen esperando el órgano que pudo salvar sus vidas. los buenos resultados conseguidos hoy gracias a las mejoras en las técnicas quirúrgicas, los mé-todos de inmunosupresión en el receptor y en los cuidados pre y postoperatorios, han contribuido a la proliferación de los programas de trasplantes, haciendo que aumente de forma importante el número de potenciales receptores y, por tanto, la demanda de órganos, siendo actualmente la falta
Ethics, bioethics or medical ethics?A ÉTICA MÉDICA IntroducciónHace pocos años, términos tales como ética médica, bioética o comité de ética eran ajenos al contexto del ejercicio de la medicina clínica y más aún al de la ciencia experimental. la irrupción de la tecnología como una expresión de progreso, el advenimiento de la computación, que facilitó en gran medida el acceso al conocimiento, así como cambios en el comportamiento de la sociedad, hicieron evidentes algunos procesos adaptativos en la medicina. Merece destacarse, entre otros, una evolución en la relación médico paciente, que pasó de un paternalismo clásico a una relación gobernada por la autonomía del enfermo y la omnipresencia del denominado consentimiento informado. No puede negarse en este sentido el impacto que produjeron los informes de la Comisión belmont en 1978 1 y un año más tarde, la publicación del trabajo de los bioeticistas t. l. beauchamp y j. F. Childress 2 , que influyeron radicalmente en el ejercicio de la medicina con la aplicación de los postulados acerca de los cuatro principios bioéticos: autonomía, no maleficencia, beneficencia y justicia, situación que está plenamente vigente hasta nuestros días. en síntesis, el respeto a la autonomía se refiere a que el paciente actúa con conocimiento, intencionadamente, sin influencias externas, la no maleficencia se refiere al hecho de no hacer o provocar daño intencionadamente hacia el enfermo, la beneficencia supone la obligación moral de actuar en beneficio de los otros y, finalmente, la justicia se refiere a que las personas tienen derechos iguales, es decir, deben ser tratadas con igualdad. también este principio aplica a la distribución equitativa de los derechos y responsabilidades o cargas en la sociedad, tomando allí el nombre de justicia distributiva. sin embargo, una consecuencia no deseada de estos tiempos ha sido la aparición de diferentes modos de judicialización de la medicina. otro aspecto, negativo a nuestro juicio, que ha surgido con fuerza, es el excesivo tecnicismo que ha caracterizado el ejercicio de la profesión. Ambas situaciones han cooperado, sin duda, para poner a prueba la antigua relación de
scite is a Brooklyn-based organization that helps researchers better discover and understand research articles through Smart Citations–citations that display the context of the citation and describe whether the article provides supporting or contrasting evidence. scite is used by students and researchers from around the world and is funded in part by the National Science Foundation and the National Institute on Drug Abuse of the National Institutes of Health.
customersupport@researchsolutions.com
10624 S. Eastern Ave., Ste. A-614
Henderson, NV 89052, USA
This site is protected by reCAPTCHA and the Google Privacy Policy and Terms of Service apply.
Copyright © 2024 scite LLC. All rights reserved.
Made with 💙 for researchers
Part of the Research Solutions Family.