“…La postura que parece tener una mayor aceptación entre los comentaristas de la obra del vienés, es la de que éste rechazó tanto el dualismo cartesiano como el conductismo reduccionista (López de Santa María, 1986;Donagan, A. 1968;Cook, 1994;Pole, 1966;Jost, 1995;Rubinstein, 1981;Kenny, 1984;Budd, 1991, Spetch 1969. La oposición de Wittgenstein tanto al dualismo como a cierta clase de conductismo (reduccionista, ontológico) ha llevado a algunos autores a interpretar su obra como la de un "conductista filosófico o lógico" (Cook 1994), o un "conductista epistemológico" (Rorty, 1983), y a otros, a señalar las analogías existentes entre el conductismo wittgensteiniano y el skinneriano (Day, W. F. 1969;Bloor, 1983) o entre la obra del austriaco y el behaviorismo social de Mead y Dewey (Jost, 1995).…”