“…Esto, evidentemente, influye en la expansión de las multinacionales chinas, especialmente en la industria de las telecomunicaciones, ramo tecnológico primordial a través del cual el país asiático pretende impulsar su innovación y autosuficiencia económica para transformarse en "una gran nación socialista, moderna, próspera y poderosa" (Vidal, 2020). La influencia del sector público chino en las multinacionales públicas y privadas, incluso sobrepasa proyectos temporales como el Plan Quinquenal, que pretende fortalecer dichas empresas y abrir más oportunidades de mercado, o el Proyecto Made in China 2025, donde los proveedores de tecnología chinos tienen la posibilidad de mejorar sus productos con la ayuda del apoyo político y la protección gubernamental (Wübbeke, Meissner, Zenglein, Ives y Conrad, 2016), sino que también, a través de complejos modelos urbanos como el de Shenzhen, propicia las condiciones necesarias para estimular la expansión de las corporaciones chinas (ONU-Habitat, 2019), buscando que sean capaces de liderar la cadena global de valor donde participan; extendiendo, además, su alcance para aprovechar ventajas de otros entornos de países desarrollados y subdesarrollados (Parmentola, 2017). En el caso de Huawei, fundado en Shenzhen, a pesar de ser una empresa privada, recibió ayuda gubernamental a través de la donación de tierras y adjudicación de contratos (Carrillo y Michelli, 2020).…”