“…El trabajo de Sellés et al (2002) muestra que ejemplares bien regados de ciruelos, almendros o vides presentaban un Ψ xm de entre -0,6 y -1 MPa, sin embargo el Nogal retenía con menor fuerza el agua que circulaba por sus vasos ya que como máximo se alcanzaron potenciales de -0,8 MPa, mientras que el olivo registró, incluso en parcelas bien regadas, unos valores mucho más negativos, alcanzando Ψ xm de entre -1,1 y -1,6 MPa. El crecimiento de las plantas está estrechamente relacionado con los potenciales hídricos, presentando cada especie valores a partir de los cuales su crecimiento se detiene, por ejemplo en el caso de los cerezos Shackel et al (1997) fijaron este punto en un Ψ xm entre -1,5 y -1,7 MPa, mientras que en el caso de las vides Baeza et al (2007) informan de que no hubo crecimiento con Ψ f a media mañana y a mediodía menores de -1,12 y -1,18 MPa respectivamente. Son numerosos los trabajos que se han realizado sobre el estrés hídrico en vides, según Girona et al (2006) las vides estarían bien regadas si presentan Ψ f a mediodía por encima de los -0,8 MPa, entre este valor y -1,2 MPa presentarían un déficit hídrico moderado y por debajo de -1,5 MPa el déficit sería severo.…”