“…Respecto a la pregunta abierta, las experiencias reportadas por los participantes coinciden con los hallazgos del estudio de Méndez-Cadena et al (2016), donde el estudiantado identificó conductas sexistas y discriminatorias que se traducen en maltrato psicológico en la vida escolar, uso de lenguaje sexista, no inclusivo, desvalorización del trabajo académico de las mujeres, exclusión, subordinación e invisibilización del aporte de las mismas; lo que repercute desfavorablemente en el desempeño escolar, la percepción de logro, la salud emocional (incremento de ansiedad y tensión, crisis nerviosas, depresión, desgaste emocional, desinterés, frustración, enojo), el desconcierto, y con efectos negativos en la autoestima. Al igual que Martínez et al (2021), los docentes hombres y compañeros hacen comentarios sobre estereotipos acerca de la mujer para estudiar carreras consideradas tradicionalmente masculinas, haciéndolas sentir ridiculizadas, desvalorizadas y humilladas. Una situación importante es el acoso sexual, el…”