“…Desde el año 2017 hasta la actualidad, la víctima es entendida como la persona o grupo agredido por abuso de poder. Adicionalmente, se puede comprender que el victimario también es producto de haber sido víctima de un acontecimiento anterior, por lo que, según Freiberg et al (2021), la víctima puede ser: a) Víctima conocida/desconocida, según trascienda a la sociedad, a los medios de comunicación o quede en una cifra negra; b) Víctima directa/indirecta: directa si la agresión es sufrida de inmediato y la indirecta debido a que tiene una estrecha relación con el agredido; c) Víctima primaria: la agresión va dirigida a una persona o grupo en particular, dañándola de forma directa o indirecta, de manera sica o psicológica, derivado de un acontecimiento traumático; d) Víctima secundaria: la agresión se dirige a grupos específicos de población y se refiere a los daños psicológicos en relación con los profesionales, servicios de salud, policiales o judiciales, como la reconstrucción de los hechos u otros; e) Víctima terciaria: la víctima se revictimiza como resultado de las vivencias, el etiquetamiento y por sufrir nuevamente agresiones del contexto.…”