“…Por un lado, como ocurría en el nivel morfosintáctico frente al fonético pero ahora con mayor complejidad, está el "problema del significado" que, no obstante, no parece ser la dificultad mayor en este caso. Una vez que asumimos, en la variación morfosintáctica, que las variantes de una variable no son realmente, en muchos casos, dos maneras de "decir la misma cosa" sino que, de hecho, estarán con frecuencia asociadas a diferencias de significado pragmático-discursivo (Schwenter 2011), y que el análisis cuantitativo es la herramienta necesaria que nos permitirá discernir estas sutiles diferencias de significado, esa misma estrategia es extrapolable -quizá no sin matizaciones-a este nivel de análisis: las dos -o más-formas lingüísticas que alternan están, probablemente, asociadas a diferencias pragmáticas y el estudio cuantitativo, incluyendo como variables independientes factores pragmático-discursivos, permitirá acercarnos a estas diferencias que no son capturables basándonos solo en la introspección. Probablemente el mayor problema para expandir el concepto de variable al nivel pragmático-discursivos es, precisamente, determinar la variable y sus variantes: ¿cuándo nos encontramos ante dos o más expresiones que sea pertinente relacionar como variantes de una variable?…”