La hipótesis principal de este trabajo es que, desde el año 2000, buena parte del cine de ficción latinoamericano de mayor recorrido y éxito internacionales coincide en sus dinámicas de producción y circulación al tiempo que, siendo heterogéneo, presenta una serie de motivos temáticos, narrativos y estéticos recurrentes. En su desarrollo, el artículo estudia el campo que ha contribuido a la emergencia y consolidación de los novísimos cines latinos analizando las políticas de fomento estatales, regionales e internacionales, así como el interés continuado de los agentes e instituciones cinematográficas, especialmente los festivales. A partir de estas sinergias, identifica elementos y líneas de fuerza en los temas y formas de los novísimos que los conectan con el cine global del periodo y que destacan por un minimalismo asociado al tiempo lento y lo cotidiano y unas estéticas realistas vinculadas a los escenarios dominantes en sus historias. Por último, el trabajo señala una serie de cambios en el campo y en los propios relatos a partir de los que propone un final para los novísimos en torno al año 2015.