“…Sin duda, la dictadura es el tema más controversial para el profesorado porque es conflictivo para la sociedad, despierta emociones en el aula y exhibe su escasa formación didáctica en el abordaje de historias conflictivas (Magendzo y Toledo, 2009;Toledo et al, 2015). Para evitar su conflictividad los y las docentes tienden a posicionarse desde la neutralidad (Toledo y Magendzo, 2013), inhiben la discusión al presentar una narración única (Palma, 2013) o utilizan solo documentos históricos (Mansilla et al, 2022). Como consecuencia, a pesar que el estudiantado considera el espacio escolar como un lugar válido donde pueden encontrarse con distintas narraciones (Magendzo y Toledo, 2009;Toledo et al, 2017) y pueden desarrollar aprendizajes significativos (Oteíza, 2020), las narraciones históricas presentes en las salas de clases no son articuladas con los relatos y las experiencias históricas que tienen los jóvenes (Toledo y Magendzo, 2013;Soto, 2020;Soto y Jiménez, 2022), desaprovechando la oportunidad de extrapolar la relevancia de los derechos humanos al presente y el futuro (Magendzo y Toledo, 2009).…”