“…En Colombia, Panamá y Perú (Goldman, 1981;Zamudio y Rubiano, 1991) y en un trabajo de Argentina (Binstock, 2004) se emplearon tablas de vida para la estimación de las duraciones de las uniones disueltas, sin controlar la influencia de otras variables. Los resultados más consistentes (en donde sí se controla por otras características) para afirmar este incremento en las cohortes más jóvenes provienen de estudios de México (Gómez, 2011;Ojeda y González, 2008;Pérez Amador, 2008; Pérez Amador y Ojeda, 2016; Solís y Ferraris, 2014; Solís y Puga, 2009), Uruguay (Bucheli y Vigna, 2005;Cabella, 2010), y en menor medida Brasil (Miranda-Ribeiro, 1993) y Argentina (Santillán y Street, 2005).…”