“…Algunas lesiones extraparotídeas poco comunes o raras, surgen de la articulación temporomandibular o de la misma mandíbula, y es cuando inicia el conflicto de poder dar un diagnóstico diferencial y encontrar su verdadera causa. (Codman, 2006;Reynoso Heinsen et al, 2014;WU et al, 2013) La relación de mutua importancia que existe en una futura condición de disfunción de la articulación temporomandibular y las secreciones de las distintas glándulas salivales, en especial por su gran tamaño, como es la glándula parótida, es posible buscar una solución en primera: zona de dolor articular y una zona de red de inervación nerviosa autonómica. (Strychowsky et al, 2012) Algunos artículos recaban indicios de que a la hora de un examen de conductos (endoscopia) salivales de la glándula parótida, donde hallaron edemas pronunciados, agrandamientos, y estenosis, estaban acompañados por trastornos graves a nivel de la articulación temporomandibular.…”