En la actualidad, las habilidades comunicativas son de suma importancia en todos los ámbitos sociales, académicos y laborales. Estas herramientas son fundamentales porque permiten una correcta integración en estos espacios, proporcionando la seguridad de ser agentes activos y transformadores de realidades a partir de sus acciones, pensamientos e ideas. Cuando estas habilidades no están bien desarrolladas o no existen en los individuos, se enfrentan desventajas que dificultan su progreso en diversos procesos. Ante esta realidad, se hace necesario que haya una buena competencia comunicativa. Los colegios deben dar prioridad a la formación de seres humanos competentes, con sólidas bases retóricas, argumentativas y reflexivas, capaces de aportar en los entornos en los que se encuentran y de transformar su realidad. Considerando lo anterior, este texto tiene como objetivo presentar algunas reflexiones sobre la importancia que las instituciones académicas deben dar al desarrollo de la argumentación oral, la retórica y el pensamiento crítico como bases fundamentales de la educación.