“…Los glaciares rocosos relictos constituyen una forma de modelado típico de alta montaña y son muy frecuentes en casi todas las cordilleras del mundo, lo que ha motivado la realización de numerosos estudios, dirigidos principalmente a la reconstrucción paleoambiental (Blagbrough & Farkas, 1968;Zielinski, 1989;Frauenfelder & Kääb, 2000) y a su localización, sedimentología, fábrica, cronología o génesis (Blagbrough, 1984;Barsch & King, 1975;Sissons, 1976;Whalley, 1976;Dawson, 1977;Seret, 1983;Dzierzek & Nitychoruk, 1986;Kotarba, 1988;Jong & Kwadijk,1988;Schoeneich, 1992;Nicholas & García, 1997;Borowicz & Zurawek, 2003, entre otros).…”