“…La educación para la paz se fundamenta epistemológicamente en la crítica del conocimiento y la realidad del sujeto, ello en aras de concebir un ser humano con una visión holística y prepararlo para transformar su realidad de forma reconstructiva (Rodríguez, 1995). De ahí que un individuo que comprenda la importancia de la participación, el diálogo, la crítica, el consenso, la libertad y la primacía de los derechos humanos sea una persona que entiende la complejidad y el error que llevan implícitos los actos del lenguaje y el pensamiento subjetivos, fundados en falsas creencias o en verdades que llevan al no reconocimiento de los derechos humanos (Morin, 1999;Quintero y Flórez, 2018).…”