“…Por ejemplo, el procedimiento generalmente compartido por estos estudios implica que el investigador manipula alguna propiedad temporal de los estímulos (demora de reforzamiento, densidad de reforzamiento, duración del reforzador, entre otros) como una variable independiente, mientras que registra los cambios en las propiedades espaciales de la actividad del organismo como una variable dependiente (ubicación espacial, reorientación espacial, trayectorias, etc.). De este modo, la dimensión espacial es reducida a un efecto y no se concibe como un factor que determina el desarrollo de los fenómenos conductuales (para una revisión más completa de este tipo de procedimientos, consultar los siguientes estudios: Baum & Rachlin, 1969;Pear, 1985;Pear & Rector, 1979;Ribes & Torres, 2000;Torres, Correa, & Montes, 2006).…”