“…El reconocimiento de este basamento de características contrastantes ha permitido comprender mejor algunos aspectos de la evolución tectónica mesozoica y cenozoica del sur de México. Otros antecedentes importantes son los trabajos en los que se han reconocido y descrito los aspectos generales de la estratigrafía cenozoica en diferentes zonas del sur de México (i. e., Fries, 1960Fries, , 1966De Cerna y Fries, 1981;Ferrusquía-Villafranca, 1976Martiny et al, 2000) y en los que se describen algunos rasgos tectónicos sobresalientes (Ratschbacher et al, 1991;Tolson et al, 1993;Riller et al, 1993;Meschede et al, 1996;Nieto-Samaniego y AlanizÁlvarez, 1995;Alaniz-Álvarez et al, 2002;Cerca et al, 2004). Existen además numerosas contribuciones recientes sobre la geocronología y la geoquímica de las rocas magmáticas cenozoicas en esta región que han permitido defi nir patrones espacio-temporales de la actividad magmática y algunos de los aspectos petrogenéticos más sobresalientes (i. e., Herrmann et al, 1994;Schaaf et al, 1995;Morán-Zenteno et al, 1999Martiny et al, 2000;Meza-Figueroa et al, 2003;González Partida et al, 2003;Ducea et al, 2004a).…”