RESUMENDesde comienzos de 2006, la república de Bolivia cuenta con el primer presidente indígena de su historia: el aymara Evo Morales, dirigente sindical y cabeza de lista del llamado "Movimiento al Socialismo" (MAS). Su ascensión política, victoria electoral y programa de gobierno han llamado mucho la atención de los medios informativos internacionales y han sido objeto de valiosos análisis políticos y sociológicos. Desde la perspectiva de una antropología comparada, el proceso se ajusta bien, en el contexto cultural andino, a lo que Anthony Wallace llamara un "movimiento de revitalización", desencadenado por la convergencia, en un periodo de crisis iniciado en 1997, de varias condiciones estructurales de duración histórica variable en Bolivia como proyecto nacional. 1 Una primera versión de este ensayo fue leída ante los asistentes al XXVII Curso "Julio Caro Baroja" de Etnología Española del CSIC, dando lugar a un coloquio que sólo podía contribuir a enriquecer el texto en una versión más acabada. Deseo destacar especialmente los comentarios críticos de Fermín del Pino y Pedro Tomé. Mi planteamiento estuvo animado en buena medida por el diferente que había expuesto meses antes Josep M. Barnadas, en una conferencia pronunciada en el Departamento de Antropología de España y América del CSIC (Barnadas 2006) acerca del significado histórico de la victoria de Evo Morales y de su partido, "Movimiento al Socialismo" (MAS), en las elecciones generales de diciembre de 2005. Tras el Curso "Julio Caro Baroja", el texto se vería enriquecido por las conversaciones mantenidas con Beatriz Vitar sobre el fenóme-no de la revitalización en la actualidad de Bolivia, España, Chile, Argentina y otros paí-ses, en América y fuera de América. Deseo expresar mi agradecimiento adicional a mis amigos y colegas en Bolivia -Itala de Mamán, David Pereira, Susy Portillo, el propio Josep M. Barnadas-por su información verbal y epistolar, y su perspectiva, sobre lo acontecido en el querido país desde 1998, el último año en que allá estuve. La responsabilidad de lo expuesto, sin embargo, sólo puede ser mía.