“…En los primeros años escolares, el desarrollo del vocabulario, la conciencia fonológica y el entorno familiar han sido identificados como buenos predictores de la preparación para la lectura (Romero Contreras, Arias, & Chavarría, 2007;Strasser, Rolla, & Romero-Contreras, 2016). Los estudios descriptivos y de intervención con niños de jardín infantil en América Latina muestran que proporcionar una enseñanza directa y explícita en los componentes de la alfabetización emergente ofrece a los estudiantes un mejor comienzo para la enseñanza formal de la lectura (Pallante & Kim, 2013;Romero-Contreras, 2009;Strasser & Lissi, 2009;Villalón et al, 2011) y los primeros años de primaria (Rolla et al, 2019). Estas intervenciones incluyen el apoyo principalmente en el vocabulario, la comprensión oral a través de la lectura guiada-compartida, la conciencia fonológica, el conocimiento del nombre de las letras y el reconocimiento de las palabras.…”