“…En esta línea, investigaciones posteriores aportan evidencia sobre la relación entre sensibilidad, diferentes patrones de comportamiento de la madre y el estilo de apego desarrollado por el niño/a (Belsky & Fearon, 2008; Kersten-Alvarez, Hosman, Riksen-Walraven, Van Doesum & Hoefnagels, 2011;Meins, Fernyhough, Fradley & Tuckey, 2001). También ha sido asociada al temperamento infantil (Kivijärvi, Räihä, Kaljonen, Tamminen & Piha, 2005), a las conductas del bebé frente al dolor físico (Pillai Riddell et al, 2011), a la cantidad de llanto del infante frente al estrés (Lohaus, Keller, Ball, Voelker & Elben, 2004) y a su desarrollo socioemocional (Page, Wilhelm, Gamble & Card, 2010;Pearson et al, 2011). Estos antecedentes han llevado a proponer que la sensibilidad de la madre en las interacciones tempranas constituye un factor importante para predecir el desarrollo futuro del niño (Kemppinen, Kumpulainen, Raita-Hasu, Moilanen & Ebeling, 2006).…”