El libro de no ficción ha experimentado un auge en las últimas décadas. El creciente desarrollo de su marco teórico de análisis trasluce la situación editorial en la que se inserta, que camina paralela al desarrollo del libro álbum y el libro ilustrado, con un fuerte predominio del componente visual. Además, en los últimos años ha cobrado especial relevancia la emergencia de un corpus importante de libros de no ficción narrativa, que se encuadra en una ficción marco y posee un carácter híbrido que resulta difícil de definir, desde una perspectiva semiótica. Sin embargo, todavía existe un vacío bibliográfico que atañe a las experiencias de lectura de libros de no ficción por parte de los niños, tanto en el aula como en el ámbito familiar; mayor, si cabe, en lo que concierne a la diferenciación entre lecturas de no ficción narrativa y de no ficción no narrativa, que permitieran una delimitación más precisa de estos conceptos. En esta investigación se ha llevado a cabo, mediante métodos de investigación cualitativos, un análisis de las respuestas lectoras de 34 niños de entre 8 y 9 años de un colegio español a una selección de libros de no ficción no narrativa y no ficción narrativa, atendiendo a sus actitudes y estrategias de lectura.