“…Asimismo, Pascual de Sans y Cardelús (1990), desde una perspectiva de retorno y partiendo de tres muestras, certificaron diferentes situaciones de movilidad ascendente o descendente, aunque quizás la constatación más importante fue el alto porcentaje de casos en que la situación socioocupacional anterior a la emigración se mantuvo sin cambios a lo largo del proceso migratorio, sobre todo en las personas que no habrían emigrado al extranjero. Con el nuevo siglo han aparecido nuevos trabajos que tratan la movilidad social en Cataluña (Casademont, 2016;Martínez y Marín, 2010, 2011Recaño y Roig, 2003;Silvestre et al, 2015), pero solo el de Silvestre et al, centrado en la primera oleada migratoria, y el de Recaño y Roig, centrado en la segunda, distinguen como variable importante el origen de nacimiento de los diferentes inmigrantes internos a la hora de hablar de las trayectorias de movilidad social en Cataluña. Tanto en un trabajo como en otro, se manifiesta que ha existido en Cataluña una estructura de movilidad social en parte conformada por los diferentes orígenes de los inmigrantes, lo que respondería, también parcialmente, a una sociedad que se renueva constantemente por crecimiento migratorio, con flujos de perfil sociodemográfico diverso.…”