El objetivo de este artículo es tratar de encontrar el origen de la ideología que permea la filología oficial española y precisar cómo dicha ideología ha determinado tanto el atraso de la lingüística como su tergiversación historiográfica. Para ello, se analizan las raíces autoritarias de la hispanística con objeto de precisar su influjo en el desarrollo de la filología. En el marco de este análisis, se revisa la obsesión normativista de la Real Academia Española (RAE)-como expresión máxima de su tradición impositiva-y cómo la oficialización de su normativismo ha impedido el desarrollo de la lingüística, la lingüística computacional, la normalización terminológica del español o la modernización de la enseñanza del español como lengua primera. Asimismo, se denuncia la complicidad de la Universidad española, que con su cobarde silencio ejerce de correa de transmisión del anacronismo oficial, consolidando la institucionalización del atraso en la lingüística. Finalmente, se analiza la tergiversación historiográfica oficial, la cual se ha fundamentado en la política de silencios y exclusiones de los grandes innovadores de la lingüística hispánica, como p. ej., Eduardo Benot, Ángel Amor Ruibal, María Moliner, etc., que han quedado ocultos bajo la mediocridad gramatical y lexicográfica de la RAE y sus epígonos.