La compilation soundtrack, es decir, la música de una película compuesta por medio de temas preexistentes sincronizados, es una forma de entender la música para cine que comenzó a utilizarse en la producción cinematográfica durante la segunda mitad del siglo pasado. Diferentes directores han utilizado desde entonces esta forma de acompañamiento musical con intenciones muy diversas. Si existe un rasgo de estilo característico en el trabajo del director Paolo Sorrentino es el del uso de esta forma de aplicación de la música al relato audiovisual. Los temas que componen las compilation soundtracks que este director teje en sus películas configuran una forma especial de apoyo narrativo por parte de la música a la acción que se presenta en la pantalla. Una combinación de temas que van desde la música más popular y comercial a temas que se encuadran dentro de la denominada música clásica contemporánea y que definen un acompañamiento que llega a ser característica esencial en todos los relatos audiovisuales de los que es responsable el cineasta italiano. Su gran cultura de escucha queda patente en la eficiencia que muestra en la recopilación de los temas utilizados. En la película La Gran Belleza, Sorrentino configura una selección musical en la que combina músicas de una gran delicadeza y refinamiento con el sonido más estridente y discotequero. Por medio de esta selección de músicas se refleja la búsqueda de la belleza y la autenticidad del personaje protagonista, Jep Gambardella, perdido en un mundo dominado por la apariencia y el hedonismo. El collage de temas musicales que Sorrentino utiliza en esta película puede resultar disperso y falto de sentido, pero define un propósito claro de aportar contemporaneidad al relato y una intención expresiva que genera, en muchos de los casos desde la apelación al espectador, un sentido narrativo transparente y directo.