En los últimos años los nacimientos por cesárea se han incrementado de manera global, incluso en ausencia de indicaciones terapéuticas claras. Este aumento se debe a un sin número de circunstancias entre las que se destacan el mayor acceso a intervenciones en salud, el nivel de educación o cultural de las madres y mayores réditos económicos al personal sanitario. El profesional de la salud que decide realizar una intervención por petición de la paciente se debe enfrentar a varias consideraciones éticas y de juicio clínico, social y económico.