Este estudio muestra el caso de la primera hackathon rural realizada en Chile y describe la hackathon como metodología que favorece el aprendizaje colaborativo en contextos reales. La sistematización de este proceso evidencia cómo a través de desafíos que se originan en un diagnóstico participativo con la comunidad, estudiantes universitarios de pregrado y estudiantes de un liceo municipal trabajan colaborativamente en la creación de soluciones innovadoras y sustentables. Los resultados indican que la implementación de esta metodología favorece una formación más activa y socialmente responsable, y, además, permite la inclusión de la comunidad en la identificación y solución de sus problemáticas. En conclusión, la hackathon social configura una metodología activa participativa susceptible de ser incorporada a la formación universitaria dado que permite la centralidad del estudiante en su proceso formativo, y contribuye al desarrollo de competencias transversales en el ámbito del saber, saber hacer y saber ser.