“…En esta línea de análisis, que ya plantean las propuestas de C. Sourvinou-Inwood (2015), S. Peirce (1998) o G. Hedreen (2014), este trabajo propone un acercamiento más al problema de estas escenas, contempladas a la luz del análisis iconográfico de las imágenes teniendo en cuenta, en primer lugar, la idea ya establecida y aceptada de que la imagen, y de forma concreta la imagen representada sobre los vasos de la cerámica griega, es un constructo mental. Esto es, la imagen no es una reproducción fiel de la realidad y por tanto hay que considerar, como recuerda Hedreen (2014: 271), las posibilidades que tiene el medio visual de producir realidades nuevas que tienen un enganche conceptual e incluso visual con los referentes reales -«iconographical articulations», en genial apreciación de Sourvniou-Inwood (2015: 216-217)pero que son productos diferentes, propios de la imagen, calificables sobre todo como productos culturales que permiten la expresión y la recepción de significados.…”