“…Diversos estudios en animales y humanos describen que estos procesos se relacionan con el funcionamiento del sistema neuroendocrino, en particular el efecto que ejerce el eje hipotálamo-pituitariosuprarrenal (HPA) y su principal producto, los glucocorticoides (GC), sobre la conducta (Lupien, Maheu, Tu, Fiocco, & Schramek, 2007), sobre otros sistemas (i.e. cardiovascular, inmunitario), y sobre la capacidad de aprendizaje y memoria que se pueden ver comprometidas (Ortega, et al, 2013). Algunos estudios experimentales de los efectos de los GC sobre la corteza prefrontal o temporal en los que se altera la memoria de trabajo (Johnson, 2015;Lataster et al, 2011;Mizoguchi et al, 2000;Porcelli et al, 2008;Schoofs, Pabst, Brand, & Wolf, 2013), o semántica (de Quervain et al, 2003), permiten suponer que la liberación de GC también puede afectar tareas fuera del laboratorio y que requieran procesos de atención, aprendizaje, o recobro de información, tales como algunas exigidas en contextos laborales o académicos.…”