“…De hecho, en dicho evento se montó un diálogo transfronterizo en el que poetas de ambos países leyeron y dialogaron en torno a las tensiones y contrabandos en las letras y ajiacos de uno y otro lado de la frontera. Entre estos, las lecturas de Emma Villazón, escritas en el contrabando bolivianochileno, que traducen su propia vida (y su muerte), y, con ella, lo que aquí tal vez vislumbramos (Ajens, Fielbaum, Zuchel, 2016, p. [16][17].…”