“…Ya se revisó la distribución de la propiedad de la tierra según la superficie de las parcelas (Santilli 2020), demostrando que dicha distribución generó una desigualdad similar, sino mayor, a la encontrada para períodos anteriores, previos a la vigencia de las normas liberales, y en regiones de antiguo asentamiento. Asimismo, comparando los procesos de expansión, el de la década de 1820 y el que nos ocupa, la desigualdad en esta oportunidad fue mayor en los quince o veinte años que median entre el momento inicial, 1876-79, y 1895, que en el mismo lapso transcurrido entre mediados de la década de 1820 y 1839, de modo que la nueva legislación no modificó el patrón distributivo anterior (Santilli 2020). Además, si la mala distribución era un resabio de la colonia, de leyes y costumbres de antiguo régimen, como alegaban políticos y observadores contemporáneos de época, la repetición de las configuraciones demuestra que esa consecuencia no se aplicaba en Buenos Aires, ya que su conformación es posterior a la independencia.…”