Normalmente no me siento catalana, ni extremeña, ni española, ni miembro de ninguns nación concreta y diferenciada y tampoc0 valoro este hecho (la nacionalidad) en las ersonas con las que me relac~ono, pues no tiene importancia para mi. Sin emgargo s6 que, si me planteo toda esta cuestión, debo reconocer que me siento mis extremeña que catalana (I'.D.M.).