“…La literatura muestra que, en la última década, el estudio sobre ecosistemas de emprendimiento se ha centrado en identificar los aspectos relevantes para su éxito y los efectos en la actividad emprendedora (Nicotra et al, 2018), pues los elementos de un ecosistema "nutren" a una startup (Tripathi, Seppänen, Boominathan, Oivo, & Liukkunen, 2019). Sin embargo, dada la variedad aspectos identificados, investigadores y académicos han tratando de categorizarlos en elementos (Aulet, 2008;Fetters, Greene, & Rice, 2010;Isenberg, 2010;Tripathi, Oivo, Liukkunen, & Markkula, 2019), dimensiones (Gnyawali & Fogel, 1994), componentes (Isenberg, 2011;Mack & Mayer, 2016;Neck, Mayer, Cohen, & Corbett, 2004;Qian, 2018), factores Neck et al, 2004;Spigel, 2015;Stam & Spigel, 2016;Vogel, 2013), actores (Alvedalen & Boschma, 2017;Cohen, 2006;Isenberg, 2011;Isenberg & Onyemah, 2016;Mason & Brown, 2014;Neck et al, 2004;Roberts et al, 2017;Stam & Spigel, 2016;Vogel, 2013), niveles (Theodoraki & Messeghem, 2017), entre otros, sin llegar a un consenso que permita definir un marco teórico para el estudio de los ecosistemas de emprendimiento. Además, mientras algunos autores se centran en la importancia de crear ecosistemas de emprendimiento para fomentar el surgimiento de nuevas iniciativas empresariales; otros enfatizan en el rol que los actores de estos ecosistemas tienen para impulsar la competitividad de las startups (Auerswald et al, 2015;Clarysse et al, 2014;Spigel & Harrison, 2018).…”