“…En el discurso, Burke presenta a Francia, en ese momento, como exterior al sistema de Europa porque lo ha perdido todo por cuenta de «los más hábiles arquitectos de la ruina» que hayan existido en el mundo. Burke se declara preocupado con el ejemplo francés, un ejemplo de anarquía y ateísmo basado en una «democracia feroz, sangrienta y tiránica» (Burke 2005(Burke [1790, §218). El ejemplo no lo dan solo los eventos durante y después de la Revolución sino también la constitución: «la especie de relato e institución hecho y grabado de la anarquía, llamado los Derechos del Hombres, [...].…”