“…La dirección principal de nuestros planteamientos teóricos reside en que hasta el presente la solución de problemas científicos ha sido utilizada de una manera muy limitada, centrando la atención en ella como medio para que el «maestro y el aprendiz» se apropien de conocimientos y de procedimientos de acción más o menos generales, dejando a un lado la verdadera función de desarrollo que puede desempeñar esta importante actividad dentro de la clase de ciencias, particularmente en la primera infancia. El centro de nuestra argumentación se fundamenta en el hecho de que, para promover el desarrollo del pensamiento científico de los niños y niñas, es necesario tener en cuenta el sentido que cobra su implicación en actividades de solución de problemas específicos, así como poner de manifiesto las transformaciones esenciales que se producen en los niños y niñas como sujetos independientes y en los grupos como totalidades cuyas diferencias individuales aportan a la confluencia de objetivos comunes, en un proceso centrado en la tarea y en las condiciones particulares del aprendizaje de las ciencias durante la primera infancia (Falabella y Rojas, 2008;French, 2004). En este sentido, intentamos una aproximación a las repercusiones deseables que, para las maestras de in- 40-3 (2022), 29-50 fantil, deben tener los procesos de solución de problemas científicos, concebidos con el fin de alcanzar transformaciones profundas no solo en sus estructuras de conocimientos específicos y de los recursos formales, sino sobre todo en aquellas que definen el sentido personal de esa actividad y las posibilidades de operar sobre su propio desarrollo por medio de esta en un ambiente de comprensión teórica de las mismas actividades y de los criterios u obstáculos para lograrlas, en un proceso de autorregulación sistemático de los aprendizajes que permitan a los niños y niñas motivarse, imaginar y aprender a hablar y a comunicar la ciencia con estas finalidades (Haim Eshach y Fried, 2005).…”